Se trata de un local en planta baja, con acceso desde una zona privada de uso público a nivel de calle, de dimensiones regulares y sensiblemente cuadrangular.
El proyecto consiste en la adaptación del local existente, destinado inicialmente a una sucursal bancaria a su uso actual como Farmacia, diafanizando su interior para conseguir una iluminación natural en todo el recinto.
La adaptación del local a Farmacia requiere una intervención muy limitada, manteniendo los huecos existentes así como sus carpinterías y vidrios, sin alterar su fachada de de granito.
Se eliminan todos los elementos de imagen anteriores y se crea una nueva adaptada a farmacia, con sus logos y disposición de elementos expositores propios, creando una nueva puerta automática de vidrio en el acceso, interconectando visualmente el interior y el exterior del local.